* Sobre un texto de Raúl González Tuñón¿Por qué?Porque la duda es parte de la fuga
porque hay un punto de retorno en la aventura
y uno olvida cuántas veces las palabras envejecen
una mirada puede más si la mereceCualquier sujeto reivindica su figura
cualquier objeto, su calidad
es la vida la que mete la nariz en la impostura
y nos arruina la eternidad¿Por qué?
Por no encontrar explicación
por no medir la dimensión del espejismo
por encubrir lo que después nos resultó
tremendo embrollo, terco dolorPorque el presente no es suficiente distracción
los amoríos, el fútbol, ni la televisión
pero es tan cómodo un sofá o un buen colchón
para llegar hasta el final de la función¿Por qué?
Porque los signos están en todas partes
porque las hojas no dejan nunca de caer
y uno va por el camino pisoteando su destino
sin preguntarse a lo que vinoCualquier sendero contiene su designio
cualquier especie, su variedad
se oye un grito primitivo, es el grito de la tribu
que nos devuelve la humanidad
En la esquina de mi cuadra
vive un perro que me ladra cuando paso
y mostrando los colmillos se me tira
a los tobillos como un rayo
Continúo mi camino
ignorándolo le grito un par de ¡fuera!
con la cola entre las patas el cretino
abandona la veredaA quién ladrás cabrón, perrazo del vecino
acaso no sabés, que el barrio es de los dos
Andá a lamer baldosas al patio del patrón
que a mí no me asustás con toda esa actuación
A ver si te callás y hacés lo que te digo
hermano doberman, ahorranos la funciónA la noche cuando vuelvo
agotado y distraído
una sombra se abalanza y en el medio
del camino se me planta
La paciencia se me agota a esa hora
ya me duele la garganta
una piedra en cada mano le asegura
una derrota que lo espantaA quién ladrás botón, pirata del camino
acaso no sabés, que el barrio es de los dos
Andá a activar la alarma del miedo del patrón
que a mí no me asustás con toda esa actuación
A ver si te callás y hacés lo que te digo
hermano doberman, ahorranos la funciónA quién ladrás cabrón, perrazo del vecino
acaso no sabés, que el barrio es de los dos
Usted no ha visto los techos de una gran ciudad
hay partenones, sanbasilios, notredames
y están los techos que se recogen
en azoteas de intimidadLos techos caros de las mansiones
los techos planos de los salones
techos de mil ochocientos treinta y pico
que han encubierto juramentos y traicionesTechos de casas donde hubo un crimen
con escaleras sin escalones
piringundines apuntalados
techos colgados entre dos postesTechos de iglesia, de conventillo
por donde corren declaraciones
entre la gente que espera inquieta
las bendiciones o las vendettasUsted no ha visto los techos de una gran ciudad
donde los shoppings avanzan a toda velocidad
donde los puestos de comida instalan su guarida
en los pasillos de ese insólito bazarTechos de tejas, de baldosas, de zinc o de cemento
abandonados, angulosos, oxidados
donde enloquece la Rosa de los Vientos
y se acumula lo descartadoTechos que albergan al ciruja y al borracho
al poeta que jamás escribió un verso
al pintor que nunca pintó un cuadro
al suicida, al melancólico y al tango
*Cursiva de César Vallejo
En este mundo de hierro y de cemento
importa tanto conservar lo que es el tallo
la hoja, la flor, como también los gestos
que les deparan sus dosis de cuidadoImporta pues reverenciar el mutuo acuerdo
que el hombre tiene firmado con la tierra
nacer del barro, recuperar la cepa
de aquellos tiernos pensamientos naturalesNo permitamos que nos quiten ni una parte
que no perdamos un pétalo, un estambre
no concedamos las piedras, los guijarros
no despreciemos a los dioses que llevamosLa unión del hombre y la naturaleza
es una gracia fugaz, perpetuo riesgo
si con la rosa me uno me convierto
en el objeto de sus espinasLa tierra toda que es pájaro y es fruto
la nube blanca preferida por el sol
si el universo experimenta un estallido
hasta los trozos que vuelan están vivos
Las cosas son el nombre que les damos
decimos “te amo” y el amor toma las riendas
Desembarcamos, nos ponemos al desnudo
seguros ya de la existencia que nombramosAmor, decimos, sin darnos cuenta
de que el amor puede cambiarnos la conciencia
y aquel vampiro que fuimos en su ausencia
hoy nos asombra con su estilo de amateurAmor decimos, amor pedimos
amor sentimos, amor, amor
amor por vos que sos lo más divino
después de Dios, amor, amorCuando el amor toma las riendas
las ilusiones se convierten en razones
ya no jugamos al eterno solitario
ahora jugamos a ser dos en la contiendaCuando el amor toma las riendas
el corazón deja de ser un mercenario
deja de ser el éxito apariencia
cuando el amor toma las riendas
Yo nací un día que Dios estuvo enfermo *
hubo un vacío en mi aire metafísico
yo nací para escribir en un cuaderno
el verso anónimo que nunca ha sido dichoY en el rincón aquel donde lo escrito
se fue quedando dormido en un estante
se apolilló la paciencia mucho antes
de que el destino borrara el manuscritoY por las dudas me puse de rodillas
para invocar al Dios que estuvo enfermo
cuando nací poeta sin semilla
y reclamarle salud para mi versoSeñor, le dije, haga la cuenta de mi vida
y no confunda las sumas con las restas
Si por nacer hay que pagar cada comida
sólo nos queda vivir en línea rectaAy, qué aburrido el camino sin dar vueltas
sin desandar de vez en cuando algunos pasos
sin tropezar jamás con una piedra
ese poema, Señor, es un fracasoY Dios me dijo, m’hijito es la condena
del que pretende sentarse en esta mesa
no sientas pena, me dijo, uno aprende
a masticar la lengua con los dientes.
Alguien volvió a golpear la puerta
pero esta vez el perro no ladró
del otro lado la calle está desierta
truena la mano que golpeóDesde hace tiempo se presenta
bajo el dintel su figura de cartón
No le hagas caso, por dios, aunque pretenda
ablandarte el corazónEl que golpea, golpea para siempre
hay que ser fuerte y no dejarlo entrar estrib.1
El que golpea y se va juega su carta
o se la roba y nada másEchale llave a la puerta doblemente
y por las dudas correle el pasador estrib. final
y si notás que te vence su presencia
buscate al perro y acaricialoAlguien volvió a golpear la puerta
una vez más hay que aguantar la pretensión
del aparece de repente
y aunque no entre se queda en un rincón
Levantar la piedra
para ver si hay algo que oculta debajo
Levantar el muro
piedra sobre piedra desde el mismo fango
Levantar los ojos
y mirar del cielo lo que ocurre abajo
Levantar la mano
escribir el verso que el aire nos trajoAy, qué esfuerzo
levantar el alma
levantar el cuerpo
Ay, qué esfuerzo
levantar las ganas
como un peso muertoLevantar la copa
despachar el aire de un único trago
levantar las notas
del tango humillado por tanto desgarro
levantar los puntos
del último intento por seguir amando
levantar la frente
reirse en la cara del pálido espantoAy, qué esfuerzo
levantar el alma
levantar el cuerpo
Ay, qué esfuerzo
levantar las ganas
como un peso muerto
levantar las notas
del tango humillado por tanto desgarro
levantar los puntos
del último intento por seguir amando
Inútil sería tapar los espejos
para evitar que salga lo de adentro
Quedarse muy quieto sin ver adelante
el ceño partido, la mirada erranteInútil sería detener el tiempo
con tal de impedir que se nos caiga el pelo
contar las ovejas del último insomnio
el haz encendido de cada reflejoPor eso partir en dos el espejo
nos hace morir un par de horas antes
Y todo se quiebra y todo se reparte
el pálido ceño, la mirada erranteInútil sería tapar los espejos
y considerar que todo está en calma
los amores justos, los imperdonables
el hambre del cuerpo, la fiebre del almaInútil sería tapar los espejos
y así aparentar que queda muy lejos
la hora final del desprendimiento
colgados de un clavo mirando hacia adentro